“Las empresas nunca serán exitosas, en tanto tengan una sociedad fracasada”

03-11-2017
Andrea Mejía, directora Ejecutiva de Casa Ronald Mc Donald

¿Cómo ha sido la evolución de la Responsabilidad Social y la Sustentabilidad en la casa de Ronald Mc Donald en los últimos años?

La primera casa se abrió gracias al impulso y al amor de una familia, la cual tenía a una niña de tres años llamada Kim. Los papás Frank y Fred Hill, a quienes tuve el placer de conocer hace dos años, fueron los que dieron inicio a nuestra misión de servicio en todo el mundo.

Cuando su hija Kim se enfermó, tuvieron que desplazarse al hospital para tratar a su pequeña contra la leucemia. Lo que hicieron Frank y Fred fue empezar a tocar puertas, cerca del hospital de Philadelphia donde se trataba a su hija. ¿Qué querían hacer? Comprar una casa cerca del hospital, para que familias como la de ellos, tuvieran la posibilidad de preparar sus alimentos,  descansar en un lugar que no sea la silla del hospital y conversar con otros papás que estén pasando por la misma situación.

Tocaron muchas puertas, hasta el equipo de fútbol donde jugaba el papá de Kim. El plan era concreto: comprar una casa para las familias; así se abrió la primera casa Ronald Mc Donald en Philadelphia, Estados Unidos, hace 43 años. 

Luego de la casa de Philadelphia, se abrió la casa de Chicago y así sucesivamente hasta llegar a las 354 casas que tenemos por todo el mundo en la actualidad.

 

¿Qué vinculación existe entre las Casas Ronald McDonald y McDonald´s?

Muchos creen que al llamarnos Ronald McDonald House Charities estamos ligados a Mc Donalds o sus franquicias. La Casa Ronald es una organización sin fines de lucro. Se cree que la manutención de nuestros programas sociales está a cargo de McDonald´s o sus franquicias pero no es así.  McDonald´s Corporation es un partner muy importante en el desarrollo de nuestra misión, sin embargo, en el caso de Perú y otros países de Latinoamérica, el aporte de McDonald´s o sus franquicias no excede el 20% de nuestro presupuesto anual.Cada país donde trabaja la Casa Ronald tiene una Junta Directiva, un líder organizacional y el staff de desarrollo institucional, así como el equipo de operación del programa.

 

¿Cómo ha sido la evolución de su organización en Latinoamérica?

Hemos crecido mucho en el mundo y estamos implementando en Latinoamérica tres grandes programas. En Latinoamérica estamos en 14 países y estamos en un 30% de crecimiento de la organización en el mundo.

Operamos con transparencia y esos valores son los que nos han permitido llegar a ser una de las organizaciones más confiables para invertir  en el sector privado y de otras fundaciones que se encargan de financiar proyectos de caridad.

 

¿Nos podría hablar sobre los tres grandes programas que están llevando a cabo en Latinoamérica?

La Casa Ronald McDonald es nuestro programa más emblemático: un espacio que busca ser un hogar lejos del hogar. En Perú, tenemos una casa como apoyo del hospital Rebagliati.  Este es el modus operandi que tenemos en Latinoamérica donde no nos podemos dar el lujo de  invertir  dinero en construir, comprar terreno, pagar arquitectos y edificar desde cero. Gracias al no tener ese lujo, tenemos la creatividad que nos ha permitido encontrar aliados estratégicos importantes, no sólo en Perú sino también en países tan importantes como Argentina o en Colombia.

Las casas Ronald sirven como espacio de vivienda para familias que han tenido que desplazarse por un tema médico a una ciudad donde no tienen recursos para pagar un hospedaje privado ni familias que los hospeden de manera gratuita.

Otro programa son las salas familiares Ronald Mc Donald, espacios un poco más pequeños dentro de los hospitales, son como salas de espera donde nosotros podemos vivir nuestra misión.

Y el tercer programa que tenemos consta de una unidad pediátrica móvil que se desplaza por diferentes comunidades haciendo campañas preventivas de salud. En Perú no contamos con este programa pero sí en Argentina y próximamente en Chile.

 

La Sostenibilidad y la Responsabilidad Social suponen un proceso de mejora continua para cualquier organización. ¿Cómo están trabajando estas políticas en Casa Ronald Mc Donald?

Desde muchos rubros, primero con la fidelización de nuestro personal. Nosotros tenemos un capital humano que cuidar, atendemos a un público de alta demanda y estamos entrenados para poder hacerlo. Para nosotros es el pilar, tanto el personal remunerado como los voluntarios, no los descuidamos por nada del mundo. En el día del voluntario celebramos con ellos, realizamos algo diferente, los llevamos de paseo. Sabemos que si no los motivamos estamos perdiendo la posibilidad de atender a más niños y sus familias.

 

¿Cuál es su opinión sobre la Responsabilidad Social del país y cuáles cree que son sus principales barreras y obstáculos?

La principal barrera es que se piensa que está hecha para las grandes empresas, para los que tienen dinero. Todavía no está inserta la Responsabilidad Social como una estrategia de gestión. Si tienes un problema en tu empresa, la primera área a la que le cortas el presupuesto es la de Responsabilidad Social. ¿Por qué? Porque no está generándole valor al negocio.

El reto va por ahí. Estamos apelando mucho a las empresas deshumanizadas y no estamos apelando a las personas que están dentro. Tenemos que profesionalizar la caridad, tenemos que enseñarles a los empresarios a que sus empresas nunca serán exitosas en tanto tengan una sociedad fracasada.

En todas partes del mundo se enferman los niños y una casa Ronald va a ser necesaria, pero en tanto no veamos que nosotros tenemos la posibilidad de contribuir a que la familia pueda estar unida en un momento así, no estamos construyendo a la sociedad que vamos a hacer luego que nuestra empresa triunfe.

 

En Corresponsables decimos que es tan importante hacer las cosas bien como hacerlas saber. Si no comunicas tus buenas acciones, no existes con tus grupos de interés, ¿qué opina al respecto y cómo trabaja su organización en torno a ello?

Ahora el grupo de interés que tenemos priorizado es nuestra junta directiva, a quien reportamos directamente. La idea en este año es empoderarla con mucha más fuerza porque necesitamos miembros de la junta que sumen a la misión y a la vez nosotros sumar a su reputación.

Por otro lado nos encontramos trabajando en una reforma global para poder alinear nuestras herramientas de comunicación: redes sociales, página web y otras formas de comunicación con el público, para poder llegar con nuestro mensaje a cada una de las familias y se sepa que hace 41 años una familia dió origen a todo esto.

El reto de comunicar cuando no tenemos recursos es altísimo, pero definitivamente darnos a conocer no sería un gasto sino una inversión.