Las ocho características de éxito de una ESR

26-11-2015
Walter Zehle, socio director del Cluster RSC

 

1. Alinear la misión y la visión de la empresa al beneficio que tendrá en la comunidad. Debemos iniciar desde la filosofía de la empresa y debe estar muy claro cómo contribuye la organización con la sociedad, si realmente entrega un bienestar, un beneficio, o si no lo tiene claro. Hoy en día las empresas deben de involucrarse con las necesidades reales con impactos positivos a la comunidad. Finalmente deberán establecer el compromiso con principios de negocios y determinar los valores corporativos que los definen como negocio.

 

2. Dotar a los ejecutivos de la organización de las habilidades de liderazgo por valores, responsabilidad y sostenibilidad. Los cambios culturales se realizan de arriba hacia abajo, por lo tanto, es muy importante que las posiciones de mando de la organización se conviertan en líderes que enseñen con su ejemplo a tomar decisiones con responsabilidad y muevan a la empresa por convencimiento a la sostenibilidad competitiva, a equilibrar la importancia del resultado, la persona y el trabajo en equipo. Para esto, es fundamental que los líderes tengan las competencias y un comportamiento ético.

 

3. Contar con una estrategia de negocio responsable, competitiva y equilibrada. La estrategia de negocios debe integrar los aspectos relevantes con los diferentes grupos de interés, sobre todo con clientes, empleados, proveedores, inversionistas y autoridades entre otros, e incluir el equilibrio entre distribuir los beneficios, desarrollar y mejorar la calidad de vida, y cuidar el medio ambiente. Esto debe estar en un presupuesto y debe contener indicadores y metas relacionadas con la productividad y los beneficios de la empresa.

 

4. Satisfacer y cuidar del cliente (consumidor). La empresa responsable está eliminando los productos y servicios que son dañinos para la sociedad, las que provocan cáncer, que no nutren ni el cuerpo ni el alma, esto va relacionado con el punto uno, pero es muy específico e importante el que las empresas no produzcan contaminantes, comida chatarra, servicios que van contra los valores, etc. Debe haber un equilibrio, moderación y no ver sólo el negocio por el negocio y las ganancias a costa de la sociedad.

 

5. Invertir en la calidad de vida del personal. Hoy en día incluso ya se dejó atrás el término recursos humanos. Ya no se debe ver al empleado como un número más o cómo una cosa. Actualmente las empresas lo ven como capital humano, ya que son parte de la formación de la comunidad, de la cultura, de la educación, de la economía y desarrollo. Por lo tanto, las empresas se han preocupado por no limitarse sólo a los mínimos que dicta la ley. Hoy se busca brindar un equilibrio a los trabajadores en su desarrollo profesional, físico y como persona.

 

6. Buscar el beneficio y desarrollo de la organización en conjunto con su cadena de valor. El desarrollo de la cadena de proveedores y distribuidores como estrategia de negocios es muy importante ya que nos permiten tener la calidad, pero hoy en día también nos ayuda a minimizar riesgos de reputación. Pero más allá nos puede dar una ventaja competitiva, por eso es importante exigir, pero también invertir y apoyar a la cadena de valor a implantar modelos de gestión de RSE, que permitan comulgar con la misma filosofía de competitividad responsable y de formación de una sociedad más desarrollada ética y competitiva.

 

7. Ser respetuoso del medio ambiente y promover su conservación. Cualquier negocio industrial o de servicios tiene un impacto ambiental. Lo importante es que seamos conscientes de ellos y tratemos de minimizarlos. Las inversiones más tangibles en cuanto a la rentabilidad están en las que tienen que ver con el medio ambiente, las energías renovables, el reciclado de agua, los autos eléctricos, la construcción leed, los productos híbridos, la reutilización y reciclado de los recursos, hoy ya no se les puede llamar basura cuando se puede aprovechar casi todo.

 

8. Ser rentable, reinvertir en el negocio y distribuir la riqueza. El negocio debe generar rentabilidad para crecer y subsistir, pero el enfoque debe ser de reinversión para estar en la vanguardia, invertir en tecnología de punta que está a favor del medio ambiente, tecnología y procedimientos que contribuyan a la productividad. Muy importante el compartir, ya que distribuye la riqueza, reparte utilidades y disminuye la desigualdad. Algunas experiencias de éxito son las cooperativas o los clusters que distribuyen los beneficios entre todos los miembros. Las diferencias entre el que más gana y el que menos gana son menores a siete veces, han logrado compaginar la rentabilidad social con la rentabilidad del negocio.

 

Me he dado cuenta a lo largo de estos 20 años en la RSE, de evaluar a más de 300 empresas de todos los tamaños, y después de los estudios que invertimos en la publicación de la metodología de MORSI (Modelo de Responsabilidad Social Integral) que estas ocho características que han puesto en práctica algunas empresas, unas más que otras, pero al final no dejan ninguna de ellas descubierta y esto es lo que las hace exitosas. Estas definen lo que se espera de una empresa socialmente responsable.