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ODS16. Liderazgo incluyente: demostrar con acciones el compromiso con la diversidad

Por Adrian Quintanilla, Vicepresidente de Recursos Humanos en AT&T México

13-04-2021

Una cultura corporativa de diversidad e inclusión implementada con éxito tiene el poder de dinamizar el potencial de las personas en nuestros equipos: está comprobado que la diversidad de pensamiento nos reta a reflexionar colectivamente de manera más amplia, nos permite ser más creativos y mejora la colaboración. Es decir, que las empresas ganamos una ventaja competitiva.

Más allá de este argumento de negocio, en un país donde solo 4 de 10 personas mayores de 15 años con discapacidad tienen empleo formal, incluirlas en nuestra fuerza laboral es lo correcto, es humano y es importante.

Desde los equipos de Recursos Humanos existe el reto de demostrar que nos tomamos esta situación muy en serio. Debemos implementar políticas, iniciativas y programas que garanticen igualdad de oportunidades, la no discriminación y que nos ayuden a enfocarnos en el talento y habilidades de las personas, sin olvidar la autoevaluación constante para saber que vamos – y seguimos – en el camino adecuado.

Como parte de esos esfuerzos, Recursos Humanos debe también brindar acompañamiento y capacitación a los líderes, quienes suelen ser el primer vínculo del colaborador con la empresa. Es nuestro liderazgo quien nos ayudará a dar el ejemplo para el resto de la organización.

Un liderazgo incluyente aumenta la productividad y motivación del personal hasta en un 80%; por otra parte, vemos que en algunas organizaciones apenas un 31% de los colaboradores afirman que su liderazgo promueve efectivamente un ambiente incluyente. ¿Cómo cerramos esa diferencia porcentual en beneficio de nuestros colaboradores?

En mi experiencia, las siguientes habilidades pueden fortalecer a los líderes, contribuyendo a permear una verdadera cultura incluyente en sus equipos:

  • Compromiso. Simplemente decir que apoyamos la diversidad e inclusión no es lo mismo que comprometerse a fomentarla a través de nuestras acciones. Parte de nuestra labor como líderes es inspirar a los equipos a conocer los múltiples beneficios de celebrar la diversidad a través de nuestras políticas, recursos y demás actividades que nos ayuden a generar un entorno laboral óptimo.
  • Valor. Tomar una postura en temas relevantes de diversidad, alzar la voz en caso de ser necesario, así como cuestionar lo establecido, reflexionando cómo podemos impactar positivamente el entorno laboral. Por ejemplo, al buscar personal para una posición clave, ¿debemos quedarnos con el candidato con el mejor currículo? o bien, ¿deberíamos también preguntarnos si el candidato es el indicado desde una perspectiva de liderazgo incluyente? Ambos aspectos son importantes.
  • ConscienciaSer conscientes de nosotros mismos y de nuestros sesgos, es decir, de las actitudes o estereotipos que afectan nuestra comprensión, acciones y decisiones de manera inconsciente. Recordemos, además, que las empresas también pueden tener estos sesgos. Como líderes, es fundamental que hagamos consciencia con el fin de evaluar cómo ir eliminando prejuicios e ideas preconcebidas en nuestras organizaciones.
  • Inteligencia cultural. Se refiere a la habilidad de entender las perspectivas culturales propias y de los demás, considerando el impacto que tienen en nuestras decisiones, hablando en específico del negocio. Un entendimiento integral de la cultura es crucial para analizar los retos a los que nos enfrentamos al implementar iniciativas de diversidad e inclusión.

Como reflexión final debo decir que las iniciativas de diversidad e inclusión tienen al centro a nuestros colaboradores: ellos son la verdadera razón por la que nos esforzamos para seguir mejorando. Me inspira profundamente ver cómo esta cultura les hace querer tomar acción, generar un impacto positivo en nuestra sociedad y seguir cambiando el juego.